Frutería Andrea, un icónico comercio que ha sido parte de la vida de Malasaña desde 1958, ha cerrado sus puertas de forma definitiva a finales de julio de 2023. Ubicada en la calle Espíritu Santo 22, esta frutería ha sido testigo de la evolución del barrio Maravillas -ahora Malasaña- y ha sido un lugar de encuentro para muchos vecinos a lo largo de los años.
La larga trayectoria de Frutería Andrea
Con más de seis décadas de servicio, Frutería Andrea / El rincón de Andrea ha sido un establecimiento emblemático en Malasaña. A lo largo de su historia, ha sido dirigido con cariño y dedicación por varias generaciones. La tienda se convirtió en un referente de calidad y atención personalizada para sus clientes, quienes encontraban en ella productos frescos y de primera calidad.
El cierre obligado de Frutería Andrea
El cierre de Frutería Andrea ha sido una noticia triste para muchos habitantes del barrio. La razón detrás de esta despedida es la transformación de Malasaña en los últimos años, con la apertura de otro supermercado en la zona, específicamente, la llegada de Mercadona, sumándose así a la llegada de Lidl hace pocos años.
Ya en mayo 2022, con el anuncio de la apertura de un supermercado Mercadona (con acceso en Corredera Alta, a 150 metros de la frutería), los dueños imaginaban las dificultades que estaban por llegar y escribían en Facebook: «Nos abren un Mercadona al lado y nuestro futuro es muy complicado, nos obligarán a cerrar después de más de 60 años en el barrio ( una pena).Ha sido un placer y gracias por todo».
La actual dueña, Marian Santibañez, anunció la semana pasada el cierre definitivo con un emotivo mensaje en Instagram (@lafrutiandrea): «Con todo nuestro pesar os comunico que La frutería de Andrea cerrará sus puertas para siempre… Quiero agradecer a todos los vecinos y clientes que año tras año han ido formando esta pequeña familia de la que nos despedimos… Se acabaron los más de 60 años de servicio en Malasaña antes Maravillas. He crecido en el barrio, he visto cómo ha cambiado el barrio y gracias a este pequeño comercio nos vamos con la cabeza alta y buenos amigos. Es una pena que las puertas se cierren por obligación y no por jubilación después de tantos años, después de pasar los peores momentos de la famosa ‘movida madrileña’, de pasar una pandemia desviviéndonos por el barrio y arriesgando nuestra propia salud, pero no hemos podido aguantar y después de más de 60 años tenemos que decir adiós. Muchas gracias a todos. ❤️«
Más relatos sobre la historia de Frutería Andrea y alguna foto de época están el reportaje publicado por la web de Somos Malasaña.