Hace poco hemos conocido uno de los restaurantes más famosos del barrio Salamanca en Madrid, Flor de Galicia, en calle Alcántara 15, para vivir una experiencia gallega 100% que queremos recomendaros.
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Tradición y calidad: claves de éxito de Flor de Galicia
Este local, con casi 40 años de historia, se ha renovado por completo el pasado mes de octubre dando paso a un local más moderno, más acogedor, pero que no pierde su esencia gallega. Así se hace ver en el azul de su decoración y en los detalles marineros, que nos trasladan a la costa gallega y a sus sabores.
Luis regenta este local, acompañado de otros familiares, y se nota que la esencia familiar es el motor que mueve este restaurante: fieles a su tradición, a la comida gallega y al buen producto.
El local tiene varias zonas: nada más entrar zona de barra con mesas altas, perfecto para unos vinos o cervezas y pedir algunas tapas. Al fondo está un comedor muy acogedor, perfecto para disfrutar en un ambiente relajado de una comida o cena 100% gallega.
Nuestra comida en Flor de Galicia
Fuimos a medio día y cuando dimos el primer vistazo a la carta supimos que la elección iba a ser complicada, pues todos los platos son demasiado tentadores. Mientras mirábamos la carta, indecisos, lo hicimos ya acompañados de un buen vino albariño y el aperitivo que nos ofrecieron que era un delicioso guiso de garbanzos con marisco.
Todavía indecisos, decidimos pedir recomendación al personal de sala. Además del pulpo a la gallega, que fue el primer entrante que probamos, pedimos también el salpicón de rape y gamba roja. Ambas raciones estaban deliciosas, y de una calidad suprema.
Lo bueno de la carta de La Flor de Galicia es que de su lista de entrantes puedes escoger ración o media ración. Y también de su listado de tostas puedes escoger la versión tapa. De hecho no pudimos aguantar la tentación y nos animamos también a pedir tres tapas: de anchoa de Santoña con tomate, de boquerones, y de solomillo de cerdo con foie. Nos gustaron mucho y si vamos en otra ocasión a la zona de barra no dudaremos en pedir algunas más, pues también aquí tienen mucha variedad.
Variedad de sabores gallegos para todos los gustos
En la carta muchísimos otros platos que nos llamaron la atención, como su variedad de tortillas (tienen 6 tipos distintos, a destacar la de Betanzos), las zamburiñas gratinadas, empanada gallega, almejas a la sartén o marineras… En las mesas alrededor nuestro pidieron alguna de estas raciones y la pinta, desde luego, era inmejorable. También tienen varios guisos y platos de cuchara, como el caldo gallego o las pochas con carabineros o almejas. Y arroces de varios tipos: con bogavante y almejas; con chipirones y langostinos; con rabo de toro y boletus; con pulpo y almejas; y más…
Como plato principal nos decantamos por la carne, ya que los entrantes los habíamos hecho de pescado. Apostamos por un entrecot, y fue todo un acierto. La carne tierna y jugosa, en su punto, y las patatas fritas caseras y crujientes.
En su carta también marisco, con productos como el bogavante gallego, el centollo gallego, las cigalillas gallegas, y más…) y pescado, con platos como la merluza de Burelao y la caldeirada.
Para el postre queríamos seguir con las especialidades gallegas, así que pedimos unas filloas rellenas de crema (también las hay de nata) y sin duda fue un gran acierto. Hace tiempo que no probábamos unas filloas tan ricas, y que junto al chupito de crema de orujo que nos ofrecieron, fue el broche de oro para esta agradable comida en Flor de Galicia.
Puedes ver todas las imágenes de nuestra comida en este reportaje en Instagram Stories.
Experiencia gallega para repetir
En definitiva, hemos quedado muy satisfechos con esta experiencia gallega 100%, en un local acogedor, bien ubicado, donde el trato familiar y la calidad de sus productos son la clave para hacer que estemos deseando volver. Para conocer más de Flor de Galicia, consulta su web oficial.