El perro y la galleta: reseña del restaurante en Madrid

Hoy os hablo de mi experiencia en El Perro y la galleta (fotos e info), uno de los restaurantes más de moda de Madrid, que elegí para celebrar mi cumpleaños con mi pareja. Era mi primera vez allí y las expectativas eran bastante altas. Reservamos con más de 10 días de antelación (ya habíamos intentado ir otras veces e imposible) y sólamente nos pudieron dar mesa a las 23.00. Es de estos restaurante que funcionan con turnos, y nos ofrecían mesa a las 20:30 o a las 23:00. Esto ya nos dió alguna pista sobre el servicio que encontraríamos después, como os cuento más abajo.

Empecemos hablando de su ubicación y decoración, algo que destaca del todo: el restaurante se encuentra a escasos metros de la Puerta de Alcalá, en calle Claudio Coello n.1. El estilo, precioso: una gran cristalera en la primera sala, con vista al Parque del Retiro. Hay dos salas más. Mesas, sillas, suelos: la decoración del local es algo único, muy cuidado. Nosotros fuimos a cenar y la iluminación es tenue, dando el juste toque romántico y acogedor.

Quizá fuimos un día poco afortunado, porque hubo pequeños fallos en el servicio y pequeños problemas. El primer plato llegó a la mesa antes del pan, antes del aperitivo y sobre todo antes de la bebida. De hecho, no tenían en la nevera el vino que hemos pedido pero nos lo comunicaron solo después. Lo primero que probamos fue el entrante: flautas de pollo rebozadas en galleta con dips de tataki y curry-menta. Unos minutos después llegó el pan y por fin el vino para dar un brindis. El aperitivo llegó entre entrantes y segundos.

Dejamos a parte estos fallos, os comento la carta: comida riquísima! El pollo muy tierno y con salsas buenas y originales. El otro entrante que hemos pedido, uno de los clásicos de aquí: ensaladilla rusa con carpaccio de gambón y vinagreta de huevos, un plato no solo bonito pero también rico.

Lo segundos: Pilar apostó por el pescado, con chipirones. Era un plato fuer de carta porque otro se les había terminado. Un plato muy rico y espectacular el falso risotto que acompañaba los chipirones. Yo aposté por carne: el solomillo de buey con puré de patatas y cebollas asadas fue un acierto total. La carne estaba tan sabrosa, mantecosa (como se dice en España) y abundante: un plato buenísimo.

Las galletas son las grandes protagonistas de los postres, y nuestra tarta de chocolate fue aprobada por los dos con nota alta.

El precio final, con botella de vino: un poco más de 40 euros por persona. Me fui un poco decepcionado: un restaurante de calidad y donde se gastan esta cifras no puede permitirse tantos problemas de organización (aún en los días de Navidad). Eso sí, la camarera se daba cuenta de estos problemas y nos pedía continuamente disculpas, siendo muy amable. A ver si un día repetimos aquí (o en el otro restaurante del grupo, el Bar Galleta) para poder escribir nuevos artículos con comentarios mejores.

Las fotos