Madrid acoge lugares con un encanto especial entre ellos restaurantes y tabernas que llevan más de 1 siglo atendiendo a madrileños y visitantes que cruzan cada día sus puertas. En este artículo te desvelamos los 12 establecimientos centenarios donde podrás comer o tomarte algo y «viajar al pasado».
Restaurantes y tabernas centenarias de Madrid
¿Alguna vez has comido o tomado algo en algún restaurante o taberna con más de un siglo de historia? Probablemente al leer esta pregunta te hayan venido algunos a la cabeza o tal vez no… Por si no lo sabías, Madrid cuenta con una red de restaurantes y tabernas centenarias que aún siguen abiertas y donde podrás probar los platos más típicos de nuestra gastronomía. En sus cocinas y salones hay más de 100 años de historias, historias y cultura propia de Madrid. Existen un total de 12 establecimientos con esta categoría entre los que se encuentran:
- La Bodega de la Ardosa.
- Botín
- Café Gijón
- Casa Alberto
- Casa Ciriano
- Casa Labra
- Casa Pedro
- La Casa del Abuelo
- Lhardy
- Malacatín
- Posada de la Villa
- Taberna Antonio Sánchez
Si quieres conocer más información de cada uno de estos restaurantes y tabernas te aconsejamos que visites la página web de restaurantescentenarios.es donde además de alguna que otra curiosidad, podrás encontrar información práctica como la ubicación y horarios. Además si quieres verlos todos en un mapa, no dudes en descargarte este mapa ilustrado por Mario Jodra y texto de Juan Manuel Bonet.
¿Cómo saber si un restaurante es centenario?
En ocasiones llamamos «centenario» a aquello que tiene un aspecto más desfavorecido, pero en cuestión de restaurantes, tabernas y establecimientos hay una forma para saber si de verdad cumplen los requisitos de llevar más de un siglo en funcionamiento. Se trata de un símbolo distintivo, en concreto una placa que podrás encontrar en la vía pública, delante de la puerta del lugar. Para los más curiosos, estas placas están realizadas en bronce fundido y su diseño fue obra del académico, humorista, escritor y madrileño de adopción, Antonio Mingote. Cada una de las placas es única, porque aunque su leyenda sea la misma, incluye de forma personalizada un grafismo que hace referencia al tipo de actividad y la fecha de inicio.
