Tras casi tres años cerrada por reformas, la estación de Metro de Gran Vía ha reabierto hoy sus puertas como la más moderna de la red del suburbano madrileño en cuanto a tecnología y accesibilidad. Nos hemos acercado a verla para conocer todas las novedades con las que cuenta.
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La renovada estación de Metro de Gran Vía
Han sido 1.000 días de reformas, casi tres años desde que la estación de Metro de Gran Vía cerró sus puertas en agosto de 2018 siendo una de las estaciones más utilizadas del suburbano, con un tránsito anual de 16 millones de viajeros. A las 6:00 h de esta mañana, ha retomado su actividad, con las líneas 1 y 5, como la estación más moderna de la red de Metro de Madrid en cuanto a tecnología y accesibilidad.
Durante este periodo de obras, la Dirección General de Infraestructuras y Adif han colaborado de manera conjunta para poner en marcha uno de los proyectos más ambiciosos de los últimos años que completa una red de 294 kilómetros y más de 300 estaciones donde han llegado a moverse más de 2,7 millones de personas en un día. Esta estación conecta dos grandes ejes de la ciudad, Puerta del Sol y Gran Vía y espera alcanzar los 66.000 usuarios al día.
La renovada estación de Gran Vía cuenta con cuatro nuevos ascensores, 13 escaleras mecánicas conectadas y monitorizadas y tres niveles: el primero dispone de un vestíbulo mucho más amplio que el anterior, incrementando su superficie útil de 900 a 2.000 metros cuadrados; el segundo aloja un pequeño museo con los restos arqueológicos encontrados durante las obras de excavación; y el tercero conecta con la línea 5 y la galería de acceso que une la estación con la de Renfe Cercanías Sol.
Tecnología y accesibilidad
Además de pasar a ser la estación más moderna de la red de Metro de Madrid, la de Gran Vía también se convierte en una estación pionera en Europa por su tecnología y accesibilidad. El usuario dispone ahora de 14 nuevas máquinas de venta de títulos de transporte con tecnología 4.0 que ofrece un nuevo diseño y prestaciones más eficaces. También incorporan la opción de pago sin contacto, así como la posibilidad de acceder al servicio de atención al cliente a través de videollamada.
También se han instalado 17 equipos de control de validación (tornos de entrada), seis de los cuales están destinados a usuarios con movilidad reducida. Estos podrán acceder también a dispositivos como sistemas de apertura fácil en puertas, tiras antideslizantes en escaleras fijas, etiquetas braille en los pasamanos, señalización de elementos de accesibilidad y pavimentos de tacto visual cerámico para facilitar sus desplazamientos.
Los nuevos modelos de los tornos de entrada ocupan menos espacio, disponen de una interfaz más intuitiva y una pantalla que informa al usuario sobre la validación del título de transporte empleando gráficos y texto, además de iluminación LED en las puertas, en el lector sin contacto y en el suelo para informar al viajero sobre el resultado de la validación.
El templete
La estética futurista de toda la estación contrasta con elementos del pasado recuperados para la contemplación del usuario como, por ejemplo, la incorporación del mural de cerámica instalado en el vestíbulo que representa el templete original de acceso a la estación diseñado por Antonio Palacios y con más de medio siglo de vida.
El arquitecto Palacios fue el creador del elemento más creativo de la estación desde su inauguración en octubre de 1919: el templete que sirvió como acceso a la antigua estación de Metro y que ahora, en la remodelación de la estación, se ha incorporado en la superficie como réplica. Ubicado entre las calles Montera y Gran Vía reproduce de la manera más fiel posible la idea original de este histórico símbolo.
Reportaje Vida de Madrid: fotos y vídeos de la nueva estación
Aquí abajo dos galerías con más de 40 fotos y en apertura de post nuestro vídeo en el día de apertura de Metro Gran Vía.